quarta-feira, julho 04, 2007

638.ª etapa


LEIAM, PENSEM... SEJAM HONESTOS.
OIÇAM O QUE VOS DIZ A VOSSA CONSCIÊNCIA

Vou ter, mandam os médicos, que me “recolher” por três dias. Por nada.
São precisos mais exames.
Por isso hoje (ontem – a confusão é que ainda não fui para a cama, apesar de ter de me levantar cedo) tive de deixar escritos os artigos que tinha preparados para ir deixando, dia apoós dia.

Mas, maldita disfunção profissional – sim, profissional!!! Não pensem alguns arrivistas que eu deixei de ser profissional, muito menos que há lugares para preencher… Ainda não morri!!! – antes de desligar isto tudo, vejam com o que fui deparar…

Por mais de uma vez aqui deixei, coração nas mãos, a humilde confissão de que não estava a ser capaz de tratar com esta questão do “eu dopei-me, tu dopaste-te… eles com certeza que se doparam”.

Prende-me ao Ciclismo uma paixão desinteressada.
Só porque gosto mesmo desta modalidade.
Não ando nela pelos “patrocínios” de almoços e jantares, nem mendiguei nunca um cêntimo que fosse.
Pude estar, estive.
Muitas vezes não estive, mas nunca colei autocolantes de produtores de laranjas no carro, apesar de estar a ser pago (por outra entidade) para lá estar.

E doía-me, e dói-me, o não ser capaz – já antes o confessei – de explicar o suficientemente claro o que, de facto, sinto pelo Ciclismo.
Como explicar que esta modalidade não é, como a pintam, um antro de malfeitores.
Há casos de doping?
Pois há.
Assim se soubessem, com a mesma facilidade, os casos que há nas outras.

Mas, dizia eu, há instantes, antes de desligar tudo pelos próximos três dias, num rebate de consciência ainda fui dar uma vista de olhos nos sítios mais credíveis deste mundo infidável que é a Internet.
E, no Todociclismo dou de caras com um texto que eu adoraria ter escrito.
Não fui capaz.
Culpa minha.
Não tenho perdão.

Para todos aqueles que, dizendo-se amantes do Ciclismo nele mais não vêem que as maçãs podres… deixo, sem mais comentários, o que acabo de ler naquele sítio.
Não traduzo porque estou cansado.
Desiludido.
Farto.
Perto de lançar a toalha ao chão.
De desistir.

Mas todos compreenderão, mais ou menos, o que a seguir transcrevo na íntegra.

Voltarei, daqui a três dias.
Sem que nada de mais me tenha acontecido.
Mas, já agora e para todos vocês… façam o favor de serem felizes.
Se a vossa consciência isso vos permitir.
Não é um adeus.
Ainda não.
Eu vou voltar…

Eis o texto que “piratei” do Todociclismo.

Subir en bicicleta el Galibier, el Tourmalet o el Aubisque, a casi cuarenta grados de temperatura, después de dos semanas de esfuerzos diarios a más de cuarenta kilómetros de media durante unas seis horas al día, debe de ser difícil, muy difícil. Pero eso no es ahora mismo lo más complicado del ciclismo. O al menos, no es lo único complicado. Hay corredores que lo tienen difícil incluso para correr. Hay managers contrastados que no encuentran sponsors. Hay carreras que cierran por falta de patrocinio. Aficionados que no pueden ver por Televisión algunas de las pruebas más importantes. Incluso escribir o hablar sobre el ciclismo resulta difícil si no es para hacerlo sobre sospechas masivas de doping, escándalos dentro y fuera de las carreras o conflictos entre los distintos estamentos relacionados con el que no hace mucho tiempo era considerado el segundo deporte tras el futbol. No hace muchos años era costumbre en muchas empresas o grupos de amigos, hacer “porras” cada vez que comenzaba el Tour o la Vuelta. Unos iban con el Kas y otros con El Fagor, unos con Fuente y otros con Ocaña, eran los sustitutos de quienes en su día se dividían entre seguidores de Bahamontes o de Loroño, y los predecesores de quienes luego fueron del Banesto o de la Once como si el Real Madrid o el Barcelona se trataran. Años en los que el ciclismo se vivía intensamente en tertulias, pueblos, medios de comunicación y en los que las escuelas ciclistas abundaban casi tanto como las futbolísticas. Algunos explican el fenómeno de manera simple: Era Indurain, dicen. El campeón navarro fue una figura irrepetible, es cierto, pero ganando mucho menos que él, corredores como el mencionado Fuente, el mismo Perico Delgado, El Chava Jiménez, Beloki y otros muchos hicieron vibrar a muchos aficionados y a otros que se convirtieron al ciclismo al verles competir durante las sobremesas de gran parte del año. Luego llegó el doping y todo entró en crisis. Ante los escándalos, la falta de normativas claras, los múltiples intereses cruzados, las informaciones interesadas y el silencio de los cómplices, todo el mundo parecía tener una solución “mágica” para el declive evidente del ciclismo. Personas mucho más expertas que quien esto escribe son las encargadas de limpiar un deporte, probablemente no más sucio que otros muchos, pero que por razones difíciles de explicar se ha convertido en el epicentro de la necesaria lucha por desterrar al doping del mundo del deporte. Quizás una de esas razones consista en el hecho de que en el ciclismo no hay seguidores partidistas de éste o aquel equipo, sino amantes del ciclismo en general. En el fútbol ocurre lo contrario. La gente es del Real Madrid, del Sevilla, el Barça o el Athletic de Bilbao y la fidelidad a su equipo está por encima de su amor al futbol en general. Eso explica que un caso como el de Gurpegui sea tomado en Bilbao como una afrenta al club, mientras que hay ciclistas que sin condena alguna y sólo a base de rumores, se encuentran con que nadie les defiende. Nadie se daría de baja de un club de futbol por la existencia del dopaje en su seno. Un equipo ciclista, sin embargo, desaparecería. Por eso propongo desde esta tribuna, que me parece la más idónea, algo que creo puede ayudar a ir cambiando esta coyuntura. Algo tan sencillo como “hablar de ciclismo”. Cuando termina la temporada futbolística no se deja de escribir, ni discutir sobre el futbol. Aparecen los rumores, los fichajes, las pretemporadas. En el ciclismo al terminar la Vuelta, un día para el Mundial y nada hasta marzo. No hay manera de enterarse de quién ficha por qué equipo, no hay entrevistas, no se generan expectativas que creen ídolos, amor por unos colores, afición en una palabra. Los medios se olvidan, los equipos, los primeros interesados en fomentar el seguimiento hacia la marca que los promociona, tienen páginas web que dejan de alimentar y en la que pasan meses enteros sin nada nuevo.Esta página web es una de las escasas oportunidades para crear esa base sobre la que recuperar el amor por el ciclismo que lo puede volver a colocar como un deporte con seguimiento masivo. Por eso propongo a los aficionados a este bello deporte que recuperemos algo tan sencillo como “hablar de ciclismo”. ¿Es mejor Contador o Valverde? ¿Anton o Mayo? ¿Es Karpets el tapado de Unzue? ¿Quién es el mejor Director? ¿Es Valverde más corredor para una vuelta por etapas o para las clásicas? ¿Cuáles deben de ser los miembros de los equipos españoles en el Tour? ¿Unzue debe de llevar a Joaquin Rodriguez o a Arroyo o a Efemkim? ¿Puede Pereiro ganar la Vuelta? ¿Es Carlos Sastre nuestro único hombre Tour? En fin... hablemos de ciclismo, discutamos y apasionémonos como antes. Aunque sea tan difícil como ganar la París-Roubaix en un día de lluvia y granizo.


Gerardo Oroz
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Como eu gostava de ter escrito isto!
Como aqui está traduzido o que eu sinto...
E, como eu, muitos mais amantes do Ciclismo.
Já não me atrevo a dizer a maioria, ante a sucessão e opiniões que tenho vindo a ler...

Mas foi em boa hora que ainda consegui descobrir este texto. Vou mais ou menos em paz. Num "click"... descobri que, afinal, não estou sozinho. Mesmo que o único que me acompanhe seja o signatário deste texto.
Sim... um espanhol o que - eu sei - para muitos significa... não tão credível assim...

Pense o que quiserem!...

2 comentários:

molin disse...

Regressa é lá depressa e o resto é conversa.

Abraço forte, Madeira!

José Nunes disse...

Belo texto! É uma definição do que é ciclismo e do que é gostar de ciclismo.

Ps. Cá estamos à espera do regreso...